Diseño económico: consejos de la Superanfitriona Huma
En el distrito de Stockwell, al sur de Londres, se encuentra una casa victoriana de color verde claro con una puerta rosa frambuesa. Tras empujar la perilla de latón que está en el centro de la puerta, subirás unas escaleras desgastadas, para encontrarte con la luz del sol que baña una cama vintage colocada sobre un entarimado de tablones anchos, junto a las llamativas paredes color turquesa. Bienvenido a la casade la SuperAnfitrión Huma, una histórica casa de cuatro dormitorios llena de comodidades modernas.
“Es una sinfonía de estética maravillosa”, dijo Mimi de Viena, Austria, solo uno de los muchos huéspedes que han comentado sobre el estilo y la decoración de Huma. “Cada pequeño detalle está perfectamente pensado, y cada mueble tiene su propia historia que contar”.
Al observar el cuidado que ha puesto Huma en la decoración, quizá no sospeches que no tiene una formación oficial en diseño de interiores, solo una pasión por el diseño de espacios y el deseo de cultivarlo a través del hospedaje.
La Superanfitriona estaba pintando una estantería, pero se tomó un descanso para contarnos cómo empezó a hospedar, sus consejos para renovar una casa vieja con un presupuesto restringido y cómo ha logrado equilibrar Airbnb con su trabajo de tiempo completo como editora de revistas.
Todo lo que hay en tu alojamiento se ve de lo más encantador y está muy bien combinado. ¿Te inspiraste en tu experiencia en la revista?
“Trabajo como editora de artículos para una revista independiente de moda. Pero desde hace mucho tiempo que me interesan los interiores, mucho antes de que empezara a trabajar en revistas. Empecé a coleccionar cosas para mi primera casa antes de tenerla. Me gustan cosas al azar, como la cubertería, y devoro las revistas de interiores. Todo empezó pensando en cómo decoraría mi primer hogar.”
¿Y luego decidiste aprovechar esto para hospedar en Airbnb?
“Bueno, me uní inicialmente en 2012, cuando los Juegos Olímpicos estaban en marcha, y todo el mundo estaba hablando de cuánto dinero se podía ganar. No era mi plan hacer una fortuna, solo llenar un vacío. En ese momento, estaba entre buscar inquilinos o vender mi departamento. Fue hasta 2016 cuando empecé a hospedar en mi propia casa. Antes de eso, tenía compañeros de casa y decidí probar Airbnb en una de las habitaciones. Pensé que sería temporal, pero las habitaciones se empezaron a llenar una por una. Desde que mi último compañero de casa se fue el verano pasado, las tres habitaciones han estado en Airbnb. No había ningún plan, simplemente evolucionó naturalmente y fue creciendo solo”.
Háblanos de la renovación de tu alojamiento. Se ve como una tarea monumental.
“Esta casa ha vivido una gran renovación. No quiero ni saber lo que me he gastado en ella, pero lo más caro fue la mano de obra: albañiles, fontaneros, yeseros, y todas las cosas que no puedo hacer yo misma. En términos de decoración, gasté mucho menos dinero del que la gente pensaría. Estoy obsesionada con las gangas. Rara vez pago el precio de venta completo por algo. Muchos de mis muebles son vintage, y los consigo muy baratos en eBay. Algunos me salieron gratis porque simplemente me los encontré. Como una vez que fui a visitar a mi hermano, que vi una silla y grité: ‘¡Paren el coche!’ La forma de la silla era realmente hermosa y no tenía polilla (¡siempre hay que revisar!), así que podía pintarla. Puedo transformar una pieza con mal aspecto siempre y cuando tenga buenas bases para empezar”.
¿Algún consejo para los anfitriones que quieran redecorar pero que quizá sienten que la inversión en tiempo o en dinero es demasiado grande?
“En primer lugar, la forma más barata de cambiar una habitación es la pintura. Considerando la relación costo-resultado, se puede hacer mucho con pintura. Personalmente, creo que la pintura blanca es una mala elección. A menos que tengas un espacio industrial tipo loft, es frío, soso, y se va a ensuciar de inmediato. El color que más uso es el gris. Puedes conseguir ese fondo neutro que va con cualquier cosa, pero es más sofisticado que el blanco y no empieza a verse sucio tan rápido. Un gris claro es una buena opción para la gente que no está acostumbrada a usar color, porque combina casi con cualquier cosa”.
¿Cómo equilibras tu trabajo de tiempo completo con hospedar?
“Trabajo desde casa la mayoría de los días, lo que me da la flexibilidad que necesito para ser anfitriona. Si tuviera que estar en una oficina todo el día, no creo que pudiera hacer esto. Tengo ambas pantallas abiertas y entro y salgo tanto de mi panel de control de Airbnb como de la correspondencia y el trabajo de la revista. No siempre puedo responder de inmediato, pero la mayoría de las veces respondo en un plazo de 30 minutos y los huéspedes suelen estar muy impresionados y agradecidos. No estoy siempre pegada a la pantalla de la computadora, entonces recibo notificaciones en la aplicación de Airbnb.
“Por la mañana, cuando tomo mi café, me aseguro de estar al corriente con todas las notificaciones, para poder planear el resto del día. Pero tengo que estar pendiente, organizarme, y pensar qué tengo que limpiar y preparar primero. Siempre la recámara es lo primero. Lo último que quieres es que la recámara esté a medio terminar cuando llegue el huésped. Luego paso a los baños”.
¿Algo que quieras agregar?
“Al principio solía preocuparme si un mes iba un poco lento en términos de reservaciones, pero he aprendido a tomarlo con calma. Si estás haciendo tu mejor esfuerzo, las reservaciones llegan solas. Ten confianza y fe en tu producto. Ah, y vas a limpiar y poner lavadoras más que nunca en tu vida”.