Alojamientos para estancias largas en Hosta

Estancia corta en Mauléon durante un fin de semana para una primo . Los anfitriones son muy hospitalarios , la habitación es pequeña pero la ropa de cama es cómoda . A saber , el espacio de la cocina está en el piso de abajo, pero no es molesto . Solo desayunamos en el lugar . La única queja sería la falta de puerta entre la habitación y el inodoro, pero otro inodoro está presente en el piso de abajo que permite más privacidad . El ambiente es muy tranquilo para poder pasar una buena noche . Françoise .

La casa es acogedora, funcional y muy bien equipada, además de ser encantadora y situada en el corazón de una zona pastoral auténtica. La ropa de cama es bastante buena, en mi opinión, contrariamente a lo que pude leer en un comentario. Sylvie ocupa un lugar justo como anfitrión, adorable, disponible y servicial, todo sin ser invasiva. Nuestro viejo peludo pudo disfrutar serenamente de un agradable jardín cerrado, mientras paseábamos por allí donde desafortunadamente ya no puede seguirnos. En resumen, tuvimos una muy buena estadía, rejuvenecedora y exótica, y esto a pesar del mal tiempo. ¡Gracias de nuevo por el recibimiento en su casa! Judith, Samuel y Djinn

Casa encantadora, típica de la zona, ideal para desconectar y estar en contacto con la naturaleza. Mis hijos han podido jugar al campo teniendo la tranquilidad que actualmente no se puede tener en donde nosotros vivimos. Frederic y Françoise, son un matrimonio encantador, que aún no saber nosotros francés, se han echo entender. El único inconveniente, para mi hijo, ha sido que las carreteras tienen bastantes curvas y se ha mareado, nada que con medicamento no se pueda solucionar. Aunque solo por el paisaje merece la pena ❤️❤️❤️

Pocas veces hemos recibido una bienvenida así: anfitriones muy sonrientes y cálidos hasta el punto de querer conocerlos más. Pasamos una excelente estadía en esta casa: espaciosa, familiar, decorada con buen gusto y con todo lo necesario. Nos sentimos como en casa. Chantal nos recomendó muchas actividades cercanas y aunque no las necesitábamos, sabíamos que podíamos llamarlas si era necesario. Gracias de todo corazón por su hospitalidad y amabilidad. Comentario de la pequeña última el día de la llegada: «Es demasiado amable el señor y es divertido». Si volvemos a la zona, ¡sabemos a dónde ir!