Alojamientos vacacionales en Honey

La cabaña de Armando es muy bonita, acogedora, te sientes en suma tranquilidad, puedes preparar tus alimentos y conservarlos bien en tu estadía, la cabaña está muy limpia, la cama es muy cómoda y abrigadora. Nos encantó la atención de Armando, estuvo al pendiente de todo. Sin duda volveremos más días.

Hermoso lugar. La atención tanto de Andrés como de Nico y Reyes fue increíble y siempre atenta. Definitivamente un lugar que tienes que probar. Alejado de todo, limpio, seguro, impresionante y muy cómodo.

Ecxelente lugar comodidad al 100 % . La señora Martha y su esposo muy al pendientes, muy limpia la casa y ordenada, es una casa que sin duda regresaría.

Estuvimos muy contentos en nuestra estancia, la comunicación con Marisol fue muy ágil y la persona que apoya en casa súper amable . Su casa tal cual las fotos , está en el centro llegas caminando , súper recomendada para familias . El jardín está muy lindo y la chimenea un plus.

Me agrado el lugar, coincide con las fotografías, y como sugerencia que pudieran mejorar la flama de estufa y calentador ya que complica un poco las cosas,, que ambas recamaras tuvieran TV. Por lo demás muy bien,gracias.

Estancia agradable, cómodo, buen lugar y buena atención de los anfitriones.

muy bien todo solo que falta agregar más jabón , alternativas ecofriendly como jabón líquido que se rellena

Muy buena atención del anfitrión y excelente lugar para convivir con la familia, descansar y disfrutar de este lugar tan especial que es Zacatlán, con sus vitromurales, su historia, música, paisajes, cultura y COMIDA DELICIOSA !!!!

Fue una experiencia muy especial. El lugar tiene una energía mágica, rodeado de naturaleza viva y colores que te inspiran apenas pones un pie ahí. Las vistas al amanecer son simplemente inigualables, y respirar ese aire fresco en medio de tanto verde es un regalo para el alma. Es de esos lugares que uno se merece vivir cada que puedan, donde cada detalle está pensado para que descanses, te conectes contigo y disfrutes plenamente. El servicio también fue excelente: las personas que cuidan el lugar son súper amables, atentos y se nota que quieren que tu estancia sea perfecta. Y no puedo dejar de mencionar a Mónica, quien fue increíblemente cálida, empática y con una disposición que simplemente se agradece. Se nota cuando alguien realmente ama lo que hace. Sin duda, volveríamos. Es un rincón especial que se queda contigo mucho después de haberlo dejado.