Alojamientos vacacionales en Andújar

Fuimos una familia de 11 personas y estuvimos como en casa. Muy recomendable como lugar para desconectar y estar en plena naturaleza. Liz estuvo muy atenta a todo. A la casa no le falta ningún detalle. Todo genial.

El sitio es perfecto para escaparse unos días, no cuentes con supermercados o “chinos” porque cerca no hay nada, es una zona de campo perfecta para desconectar de la gente y los ruidos, pero uno ya debería saber a lo que va cuando alquila un Airbnb, nosotros ya contábamos con todo ello. Todo fue perfecto, no tenemos ninguna pega con el alojamiento ni con Vita que nos atendió perfectamente de principio a fin.

Hemos estado muy cómodos en la casa. Muy limpia y comunicación fluida con Pablo. La casa tiene de todo lo que se puede necesitar. Quizás jabon para la ropa ubiera estado bien y no tener que comprarlo solo para una lavadora. Pero es un pequeño detalle. Tambien se tiene que pagar el parquing 10€ la noche y siendo dos familias tuvimos que pagar 20€ la noche un poco caro a mi parecer. Pero el aparcamiento está fatal en las cercanias. Pero está bien ubicado en cuanto a que está cerca de 3 bares y un supermercado. Las vistas al castillo son buenas y en general la casa es recomendable y muy cómoda. Pablo es muy amable y siempre comunicativo.

Gloria es muy receptiva y hospitalaria. La piscina, el entorno y el insólito lugar son perfectos para pasar una agradable estancia. Además Gloria nos recomendó un muy buen restaurante accesible a pie.

Ermita de las Eras es un lugar mágico. La construcción y la disposición de las estancias es una maravilla. La altitud de los techos, la madera, los tonos cálidos y envolventes, las ventanas y las puertas salidas de un cuento... Se respira absoluta paz. Es como soñar despierto. El lugar es absolutamente íntimo, las vistas diurnas y nocturnas son privilegiadas. Por la noche se puede apreciar todo. Desde la vía láctea hasta un satélite de Elon Musk que al verlo en el jacuzzi nos sorprendió pensando que era un ovni 🤣. ¡Lo único que me ha faltado en esta estancia es poder quedarme más días! José Antonio, el anfitrión y dueño es una persona que tanto como su Ermita, desprende sensibilidad y magia. Ha sido súper servicial y amable con nosotros. Poniendo facilidades y un par de detalles que nos sorprendieron gratamente para hacer la experiencia perfecta. Un amor de hombre. No perdáis la oportunidad de visitar este lugar y de conocerlo. El mejor alojamiento en el que he estado sin duda!

Fuimos a pasar el fin de semana con unos amigos y tanto el trato como la casa fueron de 10. Desde la reserva hasta que nos fuimos han estado pendientes de todo lo que necesitábamos en cualquier momento, ayudándonos a solucionar cualquier problema. Fuimos en noviembre pero no descartamos volver en verano para poder disfrutar más del patio y la piscina. Es una casa ideal para estar con amigos o familia. Las habitaciones están bastante separadas unas de otras y permite tener intimidad. Además, las “zonas comunes” que incluyen varias terrazas, patio, sala de estar, comedor y una gran cocina son bastante espaciosas para disfrutarlas en grupos grandes.

El alojamiento de Jorge era tal y como se muestra en las fotos. La casa era preciosa, limpia y acogedora. Jorge nos recibió en el momento del registro y nos proporcionó instrucciones claras, incluso con respecto al aparcamiento. La casa se encuentra en un pequeño pueblo, por lo que no hay nada que hacer allí, pero es un lugar ideal para reunirse con un grupo de amigos y pasar un buen rato. Fuimos a la tienda de comestibles en la siguiente ciudad (12 minutos en coche) y compramos comestibles y bebidas. Disfrutamos de nuestra estancia en casa de Jorge, ¡gracias por la hospitalidad!

Alojamiento tal y como se describe. Lo mejor de todo poder disfrutar de la piscina en pleno Agosto. Laly estuvo pendiente de todas nuestras necesidades desde el momento de la reserva. Nos recibió a nuestra llegada y nos explicó todo al igual que fue a despedirnos, y eso que nos fuimos muy pronto del alojamiento. Durante nuestra estancia me escribió para preocuparse que tal estábamos, súper pendiente de nosotros. Así es un lujo ir de vacaciones.